Los niveles de tasas de política monetaria se mantendrían aún en sus niveles actuales
Aspectos resaltantes
El control de la inflación siempre ha sido más eficaz con una tasa de política monetaria “positiva” en términos reales (un gap positivo entre tasa de política monetaria e inflación total interanual).
Durante un período de tasas de política reales positivas, entre Nov. 2011 y Mayo 2021, el promedio de Inflación Total anualizada fue de 3.27% (dentro del margen del objetivo central del 4.0%) y el promedio de tasa real positiva fue de 1.63%, coincidiendo un control inflacionario eficiente con la vigencia de tasas reales positivas (comparado con la meta central del 4.0%).
En el mismo período señalado, la estabilidad de precios coincidió con un promedio de 0.28% en la Inflación Total mensual, 0.27% en la Inflación Subyacente mensual, y 0.30% en la Inflación SubyacenteXI.
La tasa de política monetaria permanece inalterable en 8.50% desde septiembre cuando se ajustó por última vez. Recién a partir de Octubre 2022, la tasa de interés real volvió a márgenes positivos y a Diciembre 2022 es del 0.40%, por tanto aún resta margen para recuperar.
Para estimar la tendencia de la inflación de los meses recientes, un análisis de su dinámica puede enfocarse en las variaciones mensuales de la inflación total, núcleo, subyacente (excluye frutas y verduras) y subyacente XI (excluye adicionalmente servicios tarifados y combustible).
La inflación total anualizada de Diciembre 2022 del 8.1% se encuentra en niveles similares a lo observado desde Octubre y puede sugerir una persistencia de niveles altos, pues aún es cerca del doble de la meta central de mediano plazo de 4.0%. Además, la inflación núcleo anualizada fue de 6.2%, aún elevada, pero en Diciembre registró su menor variación mensual del año con 0.2%.
El 2022 culminó con una inflación interanual total inferior al 10.5% observado en Junio pasado, pero lo destacable se observa en los promedios del 4to. trimestre 2022 de la inflación núcleo, subyacente y subyacente XI que se encuentran alrededor del 0.3% y compatibles con los niveles observados para una estabilidad de precios en torno a la meta central de inflación.
De mantenerse esta dinámica mensual de inflación, la convergencia hacia la meta central se consolidará en el 2023.
Algunas consideraciones
La evolución de la inflación en los próximos meses dependería fundamentalmente de los combustibles y del tipo de cambio, pues el índice de alimentos y del total de bienes reflejan tendencias descendentes en su variación interanual desde Mayo 2022.
En particular, la agrupación Alimentos sin Frutas y Verduras ha registrado disminuciones mensuales en 6 de los últimos 8 meses, y con variaciones mensuales por debajo de las observadas a lo largo de 2021. En tanto, la agrupación total de Bienes en sus variaciones mensuales refleja similar comportamiento, salvo en el mes de Noviembre. Y, en la agrupación total de Servicios y Renta la tendencia es descendente marginalmente.
Con el informe de inflación de Enero 2023 se podrá evaluar mejor el impacto de la depreciación nominal del tipo de cambio en Diciembre 2022 y Enero 2023, pero por de pronto para los próximos meses sería muy positivo mantener en torno al 0.3% las variaciones mensuales de la inflación subyacente XI y de la inflación total, y la inflación núcleo alrededor del 0.2%.
Para ello, podría asumirse que hasta tanto la tasa de interés real positiva no sea del 1.63%, o al menos muy cercana a ella, el BCP no iniciaría la disminución continua de su tasa de política monetaria para anclar las expectativas de los agentes económicos.
Por el contrario, de verificarse choques externos que afecten el tipo de cambio y los combustibles de una manera significativa, y si sus impactos inflacionarios cambian las tendencias antes mencionadas, el BCP podría verse obligado a incrementar su tasa de política. En cuanto a los aspectos domésticos, la reducción de los subsidios vigentes en el 2022, como los aplicables a la energía eléctrica y sobre el ISC para los combustibles tendrían un impacto puntual.
En conclusión, sería prudente no afirmar que el control inflacionario está asegurado porque las vulnerabilidades externas persisten. Las políticas macroeconómicas deberán continuar siendo prudentes, en lo monetario tratando de consolidar el control inflacionario, y en lo fiscal acelerando la convergencia hacia niveles más sostenibles de déficit fiscal y de endeudamiento, pues los mercados globales y las principales economías regionales no ayudarán en el 2023 por las perspectivas de recesión y de altas tasas de interés. Esta prudencia será fundamental para afianzar las perspectivas positivas locales para 2023 y su realización dependerá de un esfuerzo propio del país.
En efecto, las perspectivas de crecimiento económico son positivas a nivel local, por una convergencia auspiciosa en el nivel general de precios hacia niveles menores, apuntaladas por los agronegocios, los términos de intercambio favorables al menos en el primer semestre, una posición de inversión más favorable en la región, estabilidad de ratings soberanos, y un riesgo de tasas de interés locales que por de pronto luce disminuyendo; todo ello generará buenas oportunidades de negocios.
Raúl Vera Bogado